Transformación personal a través del coaching con caballos
Un caballo es el mejor amigo del hombre cuando se trata de recorrer el camino de la superación personal por medio de la transformación y la evolución consciente. El caballo es, por su nobleza y autenticidad, un espejo en el que el ser humano puede mirarse a sí mismo. La compañía del caballo aporta valores tan importantes como la calma y la serenidad al vivir en contacto con el aquí y con el ahora.
La sabiduría instintiva del caballo
Es decir, entre la persona y el caballo se establece un diálogo espiritual que trasciende el poder de las palabras por medio de la toma de conciencia con la que la persona es más expresiva. Los caballos son animales que simbolizan en su propia naturaleza la metáfora de valores que son fundamentales en el propio desarrollo de transformación personal: la libertad de tomar decisiones, la belleza que conecta con la vida, el contacto con la naturaleza como escenario de desarrollo pleno, la lealtad y el poder de la prudencia. Es decir, por medio de la observación, la persona puede aprender mucho a través del contacto con el caballo como un ser único e irrepetible en belleza.
Los caballos no expresan el lenguaje humano. Sin embargo, tienen el instinto necesario para comprender el significado del lenguaje corporal. Y a través de este feedback, la persona aprende a tomar conciencia de cómo proyecta un mensaje con su comunicación no verbal. Un mensaje que puede estar alineado o no con sus palabras.
Es decir, un caballo responde con su energía ante la presencia del ser humano. Y por medio de esta respuesta energética, la persona puede observar ingredientes propios de su mundo interior y de su estado de ánimo. Por ejemplo, puede darse cuenta del nivel de estrés que acumula en su interior.
Este diálogo íntimo entre el corazón humano y la sabiduría del caballo, crea una atmósfera de autoconocimiento e introspección en donde el ser humano toma conciencia de cuáles son sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas en ese proceso de superación.
A través de la experiencia del coaching con caballos, la persona entra en contacto con su yo más auténtico. Es decir, con ese núcleo personal de intimidad en donde todo es posible. El protagonista recupera sueños perdidos, visualiza horizontes renovados y comprende que tiene el poder de cambiar su vida al tomar las riendas, al igual que hace cualquier caballo en su día a día.
Por medio de la inteligencia emocional y coaching, la persona desarrolla la sabiduría necesaria para identificar los cambios que quiere aplicar a su presente, en lugar de quedar en el plano de la zona de confort como sinónimo de estancamiento y resignación negativa.
La imagen visual de observar a un caballo corriendo en libertad, siguiendo el instinto de su propio ritmo interior, es un ejemplo de esa libertad real a la que debe aspirar todo ser humano. Sin embargo, aunque el ser humano es libre por naturaleza, también puede quedar adormecido ante la anestesia del miedo.
Superar la barrera del miedo
El miedo al qué dirán, el temor al fracaso y el miedo a la muerte son vampiros emocionales que dañan esta cualidad natural. De este modo, en muchos momentos, el ser humano se sorprende a sí mismo viviendo una vida a medias. Es decir, sobreviviendo a una rutina poco estimulante.
Y, sin embargo, allí donde el ser humano se siente apagado y sin vida, puede reconectar nuevamente con su verdadera fuerza a través del contacto con la fuerza natural del caballo, que es libre más allá de las circunstancias externas porque pone su centro vital en sí mismo.


